La organización del concurso supone por un lado unos gastos variables en función del número de alumnos inscritos en un mismo centro pero también muchos gastos fijos, como son:

  • La creación, impresión y envío del dosier de inscripción y los posters
  • La elaboración de las preguntas por profesores de inglés cualificados
  • La gestión de la base de datos de todos los participantes para calcular la puntuación y las tres clasificaciones 
  • La compra, fabricación y almacenamiento de premios 
  • La preparación, la entrega de los paquetes en los centros escolares y la impresión de listados de resultados
  • Los gastos corrientes de una empresa (locales, sueldos…).

Todos estos gastos fijos y que son independientes del número de participantes, nos obligan a imponer un mínimo de alumnos inscritos por centro si queremos equilibrar nuestro presupuesto.